A finales del mes de febrero el Centro de Profesorado Ángel Sanz Briz de Teruel tuvimos la Jornada «Abnizando cuentos en Ed. Infantil teniendo desde la perspectiva de losODS», contando con la ponente MAITE MURILLO GARCÍA.
El método ABN responde a la manera natural que tienen los niños y niñas de aprender, es un método donde prima la manipulación y experimentación del propio alumnado para desarrollar su competencia matemática.
En el curso se presentó la secuencia de contenidos que el método ABN propone para los tres niveles del segundo ciclo de Educación Infantil, dichos contenidos se estructuran en tres bloques:
Bloque de conteo
Bloque de sentido y estructura del número
Bloque de transformaciones numéricas
A continuación, las asistentes pudieron conocer diferentes álbumes ilustrados y cuentos “abnizados” con los que desarrollar las tres áreas de Educación Infantil desde la perspectiva de los ODS.
Cuando hablamos de «Abnizar cuentos», lo que pretendemos es el tratamiento globalizado del lenguaje literario y el matemático. Los personajes y situaciones que aparecen en los cuentos son la materia prima con la que diseñamos actividades manipulativas para desarrollar la competencia matemática de nuestro alumnado, siguiendo las secuencias de contenidos del Método ABN
La metodología del curso fue activa, las participantes pudieron experimentar las actividades y dinámicas tal como se realizan en el aula. Una formación de estas características no es posible sin la implicación del alumnado, en este caso las maestras de Teruel que con su entusiasmo, cariño e implicación crearon un clima muy positivo.
A nivel emocional fue un auténtico regalo poder reunir a tantas docentes que demostraron su compromiso con la mejora de la competencia matemática de su alumnado y de la escuela.
Desde el Centro de Profesores Angel Sanz Briz queremos expresar nuestro agradecimiento a las participantes y a Maite Murillo por haber hecho posible esta formación.
En la década de los 60 del siglo XX, Umberto Eco publicó su obra Apocalípticos e integrados. En dicha obra describe las dos posturas extremas entre las que se mueve nuestra posición respecto a la cultura de masas. Dentro de ese análisis global, también se incluye el uso de la tecnología. En la vida cotidiana, en el trabajo, etc. Dichas posturas pueden resumirse, en este ámbito, de la siguiente manera:
Apocalípticos. Estas personas rechazan sistemáticamente el uso de la tecnología. Entre otros motivos, porque su empleo modifica sustancialmente las formas tradicionales de desenvolverse en un contexto.
Integrados. Este otro extremo representa a todas aquellos que aceptan e integran la tecnología en sus prácticas, a pesar de que puede suponer un cambio brusco en sus hábitos.
En la misma época, Jean-Francois Lyotard describió las características de la sociedad postmoderna. Un momento histórico en el que se rompe con la modernidad. Con los grandes metarrelatos que habían guiado la transmisión de conocimiento entre diferentes generaciones. A partir de su análisis, reconocemos a aquellos que niegan toda nueva narrativa que niegue o ponga en tela de juicio lo anteriormente admitido. También, desde una postura opuesta, las personas que asumen la novedad como verdad inquebrantable.
En 2001, Neil Gaiman publicó su novela American Gods. En ella, se desarrolla una guerra entre los antiguos dioses (previos a las religiones monoteístas) y los nuevos dioses, asociados a la tecnología moderna. La emergencia de estos últimos, viene reduciendo el poder de los primeros. La sociedad se está olvidando de los valores asociados a la figura de los dioses antiguos y comienza a adorar lo que suponen estos nuevos dioses tecnológicos.
Estas obras nos describen dos posturas muy contrapuestas. Ambas, por extremas, en el uso de la tecnología en el ámbito educativo, son peligrosas. Quien rechaza el uso de la tecnología por defecto, probablemente esté perdiéndose posibilidades que ofrecen los dispositivos, software, etc. Esta postura y sus consecuencias, probablemente sea mucho más reconocible y criticada.
Sin embargo, la otra postura, la del empleo acrítico de la tecnología, puede ser incluso más peligrosa desde el punto de vista educativo. Ser un docente integrado implica incorporar nuevas tecnologías sin analizar su utilidad educativa. Incorporar nuevas estrategias metodológicas, nuevas narrativas pedagógicas, que se basan en el uso de la tecnología, sin comprender los fundamentos teóricos que subyacen en su uso. Rechazar antiguos planteamientos didácticos y cambiarlo por las nuevas corrientes, asumiendo que la tecnología puede mejorar todo.
En los últimos tiempos y especialmente durante el último año, se está haciendo especial hincapié en la competencia digital docente. Los fondos europeos vienen asociados a formación y dotación. Se ha diseñado toda una estructura para, por un lado, dotar a los centros. Por otro, ayudar a dichos centros y al profesorado a mejorar su competencia digital. Ante esta situación, siempre existe la pregunta acerca de qué debe ir primero, si la dotación para enfocar la formación; o la formación, para estar preparado cuando llegue la dotación. En ambos casos, debe existir formación.
La formación de calidad en relación a la competencia digital docente debe trascender el mero uso de diferentes herramientas. Ha de estar sustentada en la teoría pedagógica, psicológica, sociológica y filosófica. En el empleo crítico y reflexivo. Veamos un ejemplo, que no critica la herramienta, sino el uso sin justificación pedagógica ¿Qué supone el empleo básico, sin reflexión, de una herramienta como Kahoot? Sin ser conscientes de ello, se puede estar fomentando la impulsividad, la competitividad, el individualismo y el conductismo. Estas cuestiones, llevadas al extremo, pueden ser nocivas. Todas ellas, bajo un planteamiento pedagógico correcto, pueden ser muy aprovechables. Por lo tanto, su incorporación dentro de la secuencia didáctica tiene ser la consecuencia de una reflexión. Del diseño de una estrategia de uso. Es decir, pedagogía antes que tecnología.
Con este ejemplo, se pretende destacar la necesidad de comprender lo que supone el uso de la tecnología. Saber cómo aplicarla. Entender los cambios, positivos y negativos que implica su utilización en las diferentes etapas educativas. La tecnología nos puede aportar mucho, pero también modifica las formas de actuar. No solo en el ámbito educativo. La tecnología no es neutra y tiene implicaciones, incluso, como seres humanos. Necesitamos formación, pero también reflexión. Saber qué queremos conseguir con su uso. De lo contrario, si llenamos las aulas de dispositivos y herramientas y no reflexionamos acerca de ello, estaremos incurriendo en lo que Neil Postman denominó el Pacto de Fausto tecnológico. Vender nuestra alma docente a los nuevos medios, a las nuevas herramientas, a las nuevas modas. Viendo los fuegos artificiales, sin percibir lo que también nos puede estar quitando.
Indudable es que el fin último de la educación es conseguir un desarrollo global de los discentes, lo vienen aseverando la psicología humanista, la psicología cognitiva y las neurociencias desde hace mucho tiempo. Las emociones están continuamente presentes en el entorno escolar, en las aulas, y por tanto en los aprendizajes y en el clima social que envuelve estos aprendizajes. Es por ello, que se considera una habilidad clave para los docentes el conocer cómo se procesan las emociones, cómo evolucionan, cómo se expresan y controlan, cómo se desarrollan las positivas y cómo se previenen las negativas.
Begoña Ibarrola en su libro Aprendizaje emocionante, afirma que las emociones son estados complejos, fenómenos multidimensionales. En ellas entran en relación cuatro elementos: cognitivo, fisiológico, conductual y expresivo. La importancia de las emociones en el aprendizaje radica en que los estímulos emocionales interactúan con las habilidades cognitivas, repercutiendo al razonamiento, la memoria, la toma de decisiones, la memoria y la disposición para aprender. Las emociones pueden intensificar la actividad de las redes neuronales y reforzar las conexiones sinápticas. La atención viene determinada por la motivación y la emoción, ya que decide qué informaciones se archivan en los circuitos neuronales y, por tanto, se aprenden.
Volviendo a personajes ya muy conocidos por todos, era en 1920 cuando se empezó a mencionar la inteligencia emocional, de la mano de Edward Thornike, el cual diferenciaba tres tipos de inteligencia (abstracta, mecánica y social), esta último se acercaba a lo que conocemos hoy por inteligencia emocional en tanto que expresaba el término relacionándolo como inteligencia social y como la habilidad para comprender a las personas y actuar sabiamente en las relaciones humanas. Posteriormente, en 1983, Howard Gardner, proponía la teoría de las inteligencias múltiples, dentro de las cuales estaban la intra e interpersonal, aproximándose al concepto de inteligencia emocional. Peter Salowey y John D.Mayer en 1977 la definían como “la habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual”. Concluyendo esta línea, es en 1995 cuando Daniel Goleman con su libro “La inteligencia emocional” hace constatar su importancia y la desglosa en cinco componentes: autoconocimiento emocional (conciencia de uno mismo), autocontrol emocional (autorregulación), automotivación, reconocimiento de emociones ajenas (empatía) y habilidades sociales para las relaciones interpersonales.
Lo cierto es que con la nueva era digital y todos los cambios tan rápidos que están sucediendo en la sociedad, hace que los docentes tengan la imperiosa necesidad de formarse continuamente en muchos ámbitos y áreas. Y a veces, inevitablemente, la inteligencia emocional se relega a una segunda línea de acción.
Buscando el ideal y lo que debería conseguirse es que el aula y el centro escolar permitiera aprender en un ambiente educativo donde se aprendiera rodeado de emociones positivas.
Siguiendo las recomendaciones del estudio “La enseñanza y la gestión de emociones” de Astudillo, Chasi y Flores, referenciado a Elizondo Moreno, Rodríguez y Rodríguez, se dejan un decálogo con diferentes propuestas para la mejora de la motivación de los discentes (2018):
Aprovechar la expectación del primer día.
Comience a conocer a los estudiantes.
Trasladar la importancia de su asignatura.
Estusiasmar.
Variar constantemente la metodología de enseñanza.
Estimular la participación activa de los estudiantes.
Proporcionar al estudiante que descubra el conocimiento por sí mismos.
Utilizar el humor.
Enriquecer la clase con cualquier tipo de recursos.
Terminar la clase con interrogantes que estimulen la curiosidad.
Durante unas semanas Pedro Zarzoso y Elena Espeitx han atendido a estas necesidades formativas a varios centros, así como también lo harán Elena Sánchez y Diana Paricio. Ambas hilarán el tema de la gestión emocional, tanto del propio docente como de los discentes, aportando ciertas estrategias que puedan contribuir a la posterior intervención.
Una de las ideas claves que nos ha dejado Elena Espeitx es que si nos tocara destacar un aspecto humano sería su cognición social. A las personas nos cuesta menos de un segundo tener una percepción sobre alguien. Pero insiste en la importancia de poder modificar esa primera impresión por dos aspectos relacionados con el aprendizaje; el primero, está unido a la teoría de la amenaza al estereotipo; y el segundo, a la importancia que juega la confianza en el proceso.
En relación al primero, los dominios están estrechamente relacionados con los estereotipos y los aspectos negativos de estos a veces parece que definen a un determinado grupo social y debido a esto se produce una peor ejecución en determinadas conductas. Este hecho generalmente se produce de manera inconsciente y automático y sin duda condiciona el aprendizaje, tanto por transmitirlos como por asimilarlos como nuestros y a veces puede afectarnos a nosotros mismos o a los alumnos. Es por ello de especial relevancia que para no transmitir estereotipos, ¡no hay que tenerlos!. Sabemos que es difícil no tenerlos pero hay que hacer el esfuerzo de modificarlos. No se puede obviar que actuamos conforme a lo que nosotros pensamos. A su vez, la Teoría de la mente nos acerca a la idea de que podemos inferir conductas de otras personas, es decir, a la capacidad de comprender y predecir la conducta de otras personas, sus conocimientos, sus intenciones y creencias. Kant decía que se podía medir la inteligencia de una persona por su capacidad de soportar la incertidumbre. Si unimos las dos aportaciones, podemos decir que el cerebro humano trata de predecir comportamientos externos de otras personas tratando de reducir la incertidumbre del entorno. Para ello, nuestro cerebro usa ciertas herramientas como: el reconocimiento facial de emociones, la expresión emocional a través de la mirada, etc. Y esto, nos hace confiar más o menos en una persona, para que no nos pille desprevenidos. Y sumándolo a que qué le da más placer al ser humano que tener razón; en general, buscamos que las expectativa sobre alguien se cumplan. Y este aspecto, nos da seguridad, pero juega un papel importante en nuestra contra. No somos una tabula rasa, partimos de unas creencias de primer y segundo orden que hace que nuestra valoración sobre esa persona, que se ha emitido en menos de un segundo, venga condicionada, y sí, podemos equivocarnos, deberíamos equivocarnos, y por tanto, deberíamos modificarla. Más aún sabiendo que cuando una persona siente que la otra está confiando en ella, se abre; es decir, se actúa en espejo.
Aquí entra en juego la confianza y la importancia de las habilidades comunicativas, aprendemos de quienes confiamos. Se podría decir que hay cinco necesidades psicosociales y algunas de ellas pueden estar interrelacionadas: la comprensión compartida, el control, la potenciación personal, la confianza y la pertenencia. Desde la teoría de la autodeterminación, y en relación a la confianza, podría ser que una persona al sentirse excluido o incluido, tuviera mayor o menor sentimiento de pertenencia hacia alguien, y eso afectar a su nivel de motivación y por tanto compromiso hacia el aprendizaje. Para evitar la interpretación, las expectativas autocumplidas y la exclusión deberemos recurrir a: mecanismos anticipatorios, mecanismos reactivos, mecanismos que inducen a actuar para establecer el valor relacional y mecanismos que favorezcan la acción colectiva. La capacidad de reacción colectiva vendría de la mano mediante el lanzamiento de ciertos retos, que en principio llevasen a cierta confusión, pero que poco a poco llevaran a la superación.
Pedro Zarzoso, nos dejó una frase que bien podría estar ligado con lo dicho anteriormente, de Mar Romera: “cuando te admiro te miro, cuando te miro te amo, cuando te amo te aprendo.”
El programa Erasmus+ se desarrolla con el objetivo de promocionar la movilidad educativa de las personas y los colectivos, tanto del alumnado como del personal, así como la cooperación, la calidad la inclusión y la equidad, la excelencia la creatividad y la innovación a nivel de las organizaciones y las políticas a través del aprendizaje permanente, el desarrollo educativo, profesional y personal de las personas en los ámbitos de la educación y la formación, la juventud y el deporte, dentro de Europa y fuera de su territorio, contribuyendo así el crecimiento social, además de a impulsar la innovación y fortalecer la identidad europea, la ciudadanía activa y la participación en la vida democrática.
La dirección general de inovación y formación profesional en aragón, ha resuelto que se reconocerán como actividades de formación, la participación permanente del profesorado no universitario la participación en el Programa “Erasmus+ del plan 2021-2027”.
Para ello, una vez finalizado completamente el proyecto, la dirección del centro educativo remitirá al Servicio Provincial correspondiente el Anexo II (autoeditable) debidamente cumplimentado, o un anexo por curso escolar, cuando la ejecución del proyecto abarque más de un curso. Las instrucciones pueden consultarse en el siguiente enlace, y las horas serán adjudicadas según baremo adjunto.
A continuación, vamos a exponer una serie de aplicaciones y/o páginas web de interés para realizar mapas conceptuales.
Un mapa conceptual es un resumen gráfico sobre un tema en concreto. Es una técnica muy utilizada para sintetizar y contemplar fácilmente todas las partes de un tema.
MIRO
La primera página web que vamos a recomendar es MIRO. Esta página web, también tiene aplicación para Android e IOS, permite crear diferentes mapas conceptuales, dándoles forma y color a todas las creaciones. Además, se pueden incluir vídeos, enlaces y muchas más posibilidades para que el creador del esquema desarrolle la creatividad.
Esta página web, tiene una parte gratuita que nos permitirá crear esquemas y descargarlos en formato .JPG (imagen) y cómo archivo PDF. Desde el Centro de Profesorado, creemos que con la versión gratuita es suficiente, ya que los tableros donde se crean los esquemas son muy grandes y permiten incluir decenas de “folios” tamaño DIN A4.
Destacar que esta aplicación permite a varios usuarios interactuar en el mismo tablero desde diferentes dispositivos a través de una invitación por enlace, lo que permite una interacción instantánea sobre un mismo esquema.
JAMBOARD
Esta página web/aplicación es una extensión de Google Workspace que permite crear mapas conceptuales de forma rápida y sencilla.
Esta herramienta digital es ideal para comenzar de forma rápida con los alumnos, ya que la interfaz es sencilla y permite descargar la producción en formato .JPG (imagen) o archivo PDF.
Para descubrir más sobre esta aplicación, dejamos el siguiente vídeo.
CANVA
Aplicación y página web conocida por ser una herramienta con versión gratuita que permite crear diferentes diseños y contenidos. Además, tiene un apartado para mapas mentales con las que la creación de estos es sencilla y rápida.
Canva permite utilizar plantillas y diseños ya predeterminados que se pueden modificar para adaptarlos a los diferentes contenidos del tema a tratar, además de cambiar colores e insertar imágenes y vídeos.
Una vez terminado el mapa conceptual, se puede descargar en formatos .PNG y JPG, ambos para imagen, y archivo PDF.
Para saber más de Canva y mapas conceptuales, un tutorial en el siguiente vídeo.
Equalling está formado por el Centro de Formación de Profesorado Angel San Briz como socio coordinador junto al CPEPA Cella (Teruel), el Centro de Educación de personas adultas CPIA2 de Bari (Italia), la asociación Capulisse (Francia), la asociación Orient Express (Austria), la Universidad LUC (Eslovenia) y la organización URIHO (Croacia).
Esta formación ha tenido lugar en Zagreb, de la mano de los socios de URIHO, una entidad sin ánimo de lucro con un 50% de personas en plantilla con algún tipo de discapacidad.
El Diseño Universal de Aprendizaje, DUA, es un modelo educativo que tiene como objetivo reformular la educación proporcionando un marco conceptual y herramientas que faciliten el análisis y evaluación de los diseños curriculares y las prácticas educativas, para identificar barreras de aprendizaje y promover propuestas de enseñanza inclusivas.
Durante la formación se reflexionó sobre el enfoque de enseñanza universal para personas adultas con problemas de salud mental, discapacidad intelectual, visual, auditiva y motriz.
La LOMLOE, Ley Orgánica 3/2020 de 19 de diciembre señala que “Cuando tal diversidad lo requiera, se adoptarán las medidas organizativas, metodológicas y curriculares pertinentes, según lo dispuesto en la presente ley, conforme a los principios del Diseño Universal de Aprendizaje, garantizando en todo caso los derechos de la infancia y facilitando el acceso a los apoyos que el alumnado requiera.”
Sin embargo, en España, es un tema controvertido pues, aunque el DUA trata de lograr que todo el alumnado tenga oportunidades para aprender, los recursos materiales, espaciales y humanos de los que disponen los centros son insuficientes para su desarrollo. Si bien en los centros de educación especial se está dando una fantástica respuesta a este alumnado, está lejos la posibilidad de ser plenamente atendidos con la calidad necesaria en el resto centros, incluidos los de educación de personas adultas, que podrían ser una muy buena posibilidad para muchas personas. En ellos la figura del profesional de pedagogía terapéutica, audición y lenguaje, es inexistente y e los orientadores (en los centros que los hay) es muy limitada.
Sobre la formación
Durante 3 días, los docentes pudieron conocer cómo el diseño universal parece la opción a tener en más en cuenta y, en ocasiones, hay cambios o mejoras que se pueden llevar a cabo con los medios que se disponen, simplemente repensando los espacios o flexibilizando la enseñanza.
Salud mental:
Flexibilizar la carga educativa, tener en cuenta que en ocasiones la mente no está preparada para concentrarse ya sea por sobrecarga o simplemente por la medicación que se pueda estar tomando en ese momento.
Dividir la tarea en tareas más pequeñas, incluso las pruebas y/o exámenes.
Empatizar, ponerse en la piel de la otra persona.
Discapacidad intelectual:
Resumir, adaptar las explicaciones, sustituir vocabulario específico y complejo usando otros términos.
Flexibilizar los horarios y adecuar la carga lectiva, que debe ser mayor por la mañana o primeras horas de la tarde que al final de la jornada, cuando la mente está más cansada.
Discapacidad visual:
Turnos de palabra, evitar barullo innecesario, especialmente durante las explicaciones.
La música y el ruido de fondo, puede ser un elemento distractor para el alumnado con discapacidad visual.
Discapacidad auditiva:
Sentarse más cerca del profesor/a donde pueda hacer una buena lectura labial.
Apoyar las intervenciones y explicaciones con imágenes, gestos y estímulos visuales.
Mantener el aula bien iluminada.
Discapacidad motórica:
Tener en cuenta los espacios, eliminar el exceso de mobiliario si no se le va a dar un uso específico.
Una clase limpia y sin polvo, ayuda a que las personas con problemas respiratorios se encuentren mejor.
Las dificultades motóricas NO tienen porque estar asociadas a discapacidad cognitiva.
Todas estas pequeñas consignas pueden ser aplicadas en cualquier aula aun cuando no se cuente con recursos específicos.
Pablo Beltrán-Pellicer y Sergio Martínez-Juste Universidad de Zaragoza
El Centro de Profesorado Ángel Sanz Briz de Teruel organizó los días 27 y 28 de enero de 2023 la jornada «Matemáticas vivas: mucho más que números», con una orientación internivelar hacia esa interesante franja que incluye el último ciclo de Educación Primaria y los dos primeros cursos de Educación Secundaria Obligatoria. El programa se estructuró en una charla inicial sobre los nuevos currículos desarrollados al amparo de la LOMLOE y tres talleres.
En la charla inicial se trataron los organizadores curriculares LOMLOE, como las competencias específicas, con sus criterios de evaluación, y las situaciones de aprendizaje. También, cuestiones sobre evaluación formativa, tensión entre calificación y evaluación, etc. Todo ello en un ambiente distendido y participativo en el que, por ejemplo, pudimos poner a prueba nuestra destreza para multiplicar dos números según el algoritmo «tradicional» de izquierda a derecha. Esta tarea permitía poner sobre la mesa los elementos característicos de una situación de aprendizaje, noción sobre la que existe una gran confusión, debido a la disparidad de interpretaciones por parte de las comunidades. Sin embargo, según en articulado de los Reales Decretos y el desarrollo aragonés, tal confusión no debería darse: una situación de aprendizaje es una tarea que moviliza o desarrolla competencias clave o específicas.
El primer taller, en la tarde del viernes, sobre números naturales a través de la resolución de problemas. Cómo no, comenzamos con actividades de conteo, con suelo muy bajo (¡todos sabemos contar!) pero con techo alto (¿qué tiene que ver esto con divisibilidad y potencias?). Se trata de actividades desarrolladas por el área de Didáctica de la matemática de la Universidad de Zaragoza desde hace años, pudiéndose acudir a una descripción rápida en este enlace. Por ejemplo, ¿cuántos triángulos hay en este dibujo?:
La mañana del sábado estuvo dedicada en primer lugar al taller Desde la medida de áreas y las fracciones al teorema de Pitágoras. Partimos de situaciones de medida directa de áreas con manipulativos en las que se construyen las fracciones y diversas propiedades del número racional (ver imagen). Posteriormente, dimos un paseo hacia diversas actividades más propias del sentido espacial, pero siempre con esa medida de áreas de manera directa de fondo: áreas de figuras planas convirtiendo estas en rectángulos equivalentes; el teorema de Pick, que retoma la cuestión y permite lanzar conexiones con el pensamiento algebraico; y como colofón, el teorema de Pitágoras.
Todo lo que vimos sobre número racional está disponible en este grupo de Telegram llamado «Números racionales», al que os invitamos a entrar. Se trata de una comunidad de docentes alrededor de varias propuestas fundamentadas sobre el número racional: fracciones, representación decimal y proporcionalidad.
De hecho, la proporcionalidad ya era algo objeto del último taller, Proporcionalidad y probabilidad. En él se presentaba la proporcionalidad desde la medida de magnitudes y a través de la resolución de problemas. ¿Regla de tres? No, por favor, ya que se trata de una técnica sin significado para el alumnado y que no conecta con objetos posteriores, como pendientes y tasas de variación. En este taller los compañeros también tuvieron ocasión de ponerse a prueba en evaluación formativa, ya que entre las actividades a realizar había análisis de producciones de alumnado. Finalmente, dedicamos un tiempo a dos actividades sobre probabilidad que ponían en juego el significado clásico y el frecuencial, al mismo tiempo que comentamos cómo enlazar con el intuitivo.
Desde aquí, los ¿ponentes? de esta jornada queremos agradecer el esfuerzo e interés del Centro de Profesorado Ángel Sanz Briz por la didáctica específica, en particular, de las matemáticas, así como a todos los compañeros que se acercaron a compartir con nosotros esta tarde de viernes y la correspondiente mañana de sábado. ¡Hasta otra!
Seguramente más de uno pensará como nuestro amigo Obelix, al saber que la robótica también tiene cabida dentro de los centros educativos, ya desde etapas tempranas de infantil.
Una definición que he encontrado para el término “robótica” es ésta de la página CONCEPTODEFINICIÓN:
Robótica
La robótica es la rama de la ingeniería que se encarga de diseñar y fabricar máquinas capaces de realizar diferentes labores. Normalmente, estos robots tienen habilidades de razonamiento, lógica e inteligencia, de manera que pueden recibir y analizar información pudiendo llevar a cabo tareas de manera satisfactoria. La robótica incluye distintas disciplinas como la informática y la electrónica, cátedras que han ayudado en los avances que ha tenido esta ciencia en las últimas tres décadas.
Después de leer esto, aún con más razón, puede que haya gente que se lleve las manos a la cabeza. Pero la verdad es que no es tan fiero el león como lo pintan. Simplemente, como se ha hecho siempre, hay que adaptar los contenidos y conceptos a nuestros receptores.
Con la implantación de la nueva ley de educación, LOMLOE, entra en juego la competencia digital del alumnado y el pensamiento computacional. Este último no deja de funcionar con un lenguaje propio que, como cualquier idioma, hay que usarlo para aprenderlo. Primero debemos saber cómo funciona. Después hay que hacer prácticas dirigidas para aprender a manejarlo. Por último hay que darle uso en la vida real. Esta secuencia: conocimiento, práctica, uso, se llevó a cabo con el pensamiento computacional en un curso del Centro de Profesorado.
Durante el mes de enero, David Martínez Valeriano ha estado desarrollando el curso “Introducción a la Robótica Educativa”. Una formación que se repetirá y desarrollará más a fondo de aquí en adelante por la gran aceptación que ha tenido. Durante tres sesiones (3 horas y media las dos primeras sesiones y 3 horas la tercera) David nos fue transportando por tres etapas para progresar de forma coherente en el aprendizaje de cómo funciona y qué posibilidades tiene la robótica en el aula.
El primer día, después de una breve presentación e introducción del campo, empezamos a conocer acerca del pensamiento computacional, y su lenguaje. Para ello nos mostró un amplio repertorio de juegos que se pueden emplear en el aula. Además, nos mostró que soldar pequeños componentes no es tan difícil y, entre todos, pudimos construir una peonza con un pequeño circuito electrónico con sensores de movimiento y luces led.
El segundo día, nos enseñó a usar ese lenguaje en aplicaciones de bloque para programar. Aquí ya vimos que había reacción a nuestras acciones en la pantalla. Pare ello, usamos la plataforma Scratch.
El tercero, nos mostró el siguiente paso. La equivalencia del lenguaje de programación en bloque con la programación de código. Para ello, nos iniciamos en el uso de la placa Arduino uno y varios componentes para programar un modelo de una luz intermitente, las luces de un coche de policía e incluso las luces del Coche Fantástico.
Este curso de 10 horas sirvió para que los asistentes se quitaran el miedo y se fueran ilusionados y motivados para aplicar lo aprendido en sus aulas. Se vio que, como siempre, lo importante es el contenido y no la herramienta. Los asistentes vieron que se puede introducir el pensamiento computacional desde primeros años de infantil hasta la secundaria y cómo trabajarlo en las diferentes etapas. Para ello, tomaron nota de infinidad de recursos, cada uno adecuado para un rango determinado de edad.
Para trabajar el pensamiento computacional, no es necesario disponer de las nuevas tecnologías. Con meras actividades de aula, juegos de tablero o tarjetas, se puede empezar a descubrir cómo funciona el cerebro de una máquina. Una vez se controle este apartado, se puede aplicar a la programación. Podemos conocer y manejar un lenguaje que, además de ayudar al alumnado, puede ser utilizado, a posteriori, para programar pequeños robots o placas conectadas a elementos electrónicos del hogar.
La educación evoluciona. El alumnado evoluciona. Los métodos evolucionan. Los docentes evolucionan. Pero a pesar del paso de los años, para que la educación sea efectiva, se debe producir un aprendizaje significativo. Se deben generar estímulos en el conocimiento y en los valores.
Cuando surgen debates educativos a colación de la motivación del alumnado, con mis compañeros y compañeras docentes, mi mente se retrotrae a la maravillosa “La lengua de las Mariposas”, del desaparecido Cuerda (1999). En ella vemos que la enseñanza activa, en la que el alumnado se siente (y es) el protagonista, participando de los procesos de enseñanza-aprendizaje, revierte de manera muy positiva en su actitud e implicación.
Ese es el camino, despertar la curiosidad, hacer crecer en el alumnado las ganas de aprender. Pero esto no surge de la nada, el trabajo en educación tiene que dar los pasos adecuados para que esto ocurra. Y más, en el momento histórico-social en el que vivimos, en el que las pantallas, la compartición de contenido, y como no, la digitalización, es la Piedra Rosetta del siglo XXI.
La tecnología ha entrado en nuestras aulas, ofreciendo gran cantidad de ventajas, como la vivencia de experiencias educativas grupales, mayor grado de portabilidad y funcionalidad, extenso número de temáticas de trabajo, o la mejora en procesos de lectura, escritura y cálculo Zamora (2019). La educación, así como los procesos que llevan al aprendizaje mejoran cuando los docentes comparten sus experiencias y dialogan sobre los métodos de enseñanza (Guàrdia et.al., 2019).
Con todo ello, la figura del Diseñador Tecno-Pedagógico (a partir de ahora DTP) se erige en pieza clave para consolidar los procesos de enseñanza y aprendizaje. La experiencia y el uso que realiza de las herramientas y de la tecnología, al servicio de la educación, marcarán el resultado final (Richey, Fiels y Foxon, 2001).
Fuente: Fases del Diseño Tecnopedagógico (Guàrdia, 2020)
Cabe destacar que desde el Consejo Europeo se aboga por la digitalización del sistema educativo, hecho que ayuda a instaurar la figura del DPT. Se trata de los fondos Next Generation EU. Este instrumento financiero incluye, como elemento central, un Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR), aprobado en el Marco de Referencia en Competencia Digital Docente (4 de mayo de 2022, BOE) para la digitalización de la ciudadanía.
¿Qué buscamos con este ensayo?. Vamos a realizar una búsqueda y selección de artículos en los que se muestran resultados derivados de la aplicación de los diferentes modelos instruccionales a través de estudios cuantitativos. También, que relatan la experiencia, tanto desde el punto de vista del docente, como desde la perspectiva de los receptores de ese modelo, el alumnado.
Finalmente queremos puntualizar que los artículos seleccionados serán aquellos publicados con una antigüedad máxima de 5-6 años, marcando como año límite el 2017. El motivo, que este ensayo sirva de reflejo de la sociedad actual.
ANTECEDENTES E HISTORIA DEL DISEÑO INSTRUCCIONAL Y TECNOPEDAGÓGICO
Guàrdia y Maina (2012) realizan un trabajo de documentación excelso del origen del que, hoy en día, conocemos como el modelo tecnopedagógico. En su trabajo nos sitúan en el siglo I a.c., donde Platón proponía los primeros modelos de carácter didáctico-pedagógico. Se produjo una evolución que transcurrió hasta los siglos XII y XII con los sofistas, a través de unas enseñanzas epistolares. Después en el siglo XVII con Comenius, cuyo fin era el de que el proceso educativo se desarrollara de manera autónoma. Y llegando hasta el siglo XIX y XX, con autores como Thorndike que abogó por modelos conductistas.
Fue con la aparición de Dewey, en el año 1916, que se produjo un cambio en el paradigma educativo. Propuso una modificación de los enfoques conductistas, en los cuales la transmisión de información se producía de manera unidireccional, midiendo el comportamiento observable a través del estímulo-respuesta (Torras, 2022). Dewey sostenía que los procesos de enseñanza-aprendizaje debían llevar consigo un proceso reflexivo. Además, abogaba por un carácter adaptativo del docente (al alumnado, al contexto…), democratizando, de este modo, la educación.
Ya en los años 60, los modelos que se ofrecían eran muy lineales, sistemáticos y prescriptivos, de manera opuesta a los que proponía Dewey. De hecho, continuaban con esa idea conductista, basándose en modelos como el propuesto por el psicólogo Burrhus Frederic Skinner (1904-1990). Sin embargo, en el año 1963, la Association for Educational Communication and Technology proponía un nuevo enfoque, en el que el diseño de la acción formativa sería la base para sistematizar el proceso de enseñanza. Y fue, en este momento, en el que Glaser (1962) ofreció un modelo en el que se profesionalizó el diseño de los recursos y estrategias de aprendizaje, por ende, que se adaptaran mejor a las necesidades de los estudiantes. Se le bautizó con el nombre de Diseño Instruccional.
No fue hasta el año 2008 cuando Coll, Mauri y Onrubia (2008) introdujeron, por primera vez, el término Diseñador Tecno-Pedagógico (DTP). Y esto se debe a que con la incorporación, cada vez más significativa, de la tecnología en la educación, ese diseño de recursos implicaba el uso obligatorio de la tecnología. Se trata de una evolución del Diseño Instruccional, para adaptarse a las nuevas necesidades que demandan los estudiantes, y por ende, la sociedad.
La aparición del DTP supuso una revolución, y en ella, muchos han sido los diseñadores que han querido instaurar su impronta. Es evidente que cada uno tiene su método, su forma de diseñar, y a partir de ella, su propia metodología. Pero, ¿existe una que sea más efectiva que las demás?. A lo largo de los siguientes epígrafes analizaremos algunos de estos modelos de Diseño Tecno-Pedagógico a través de experiencias reales publicadas. El objetivo será el de encontrar semejanzas en el resultado, o por contra, grandes diferencias en lo que la aplicación de estos modelos arroja.
AMPLIAR INFORMACIÓN
¿Quieres saber más? Te ofrecemos el siguiente artículo donde se realiza una revisión de casos reales, implementando diferentes modelos tecnopedagógicos:
El Centro de Profesorado Ángel Sanz Briz realiza su Plan de Actuación de manera anual y no por curso académico, como se realizaba antiguamente. Es por ese motivo que queremos hacer un recorrido por la formación que nos depara este 2023.
Este año, la mayor oferta formativa será toda aquella relacionada con el desarrollo de las competencias digitales docentes dentro de la estrategia aragonesa Ramón y Cajal. Además de la formación en software necesario para la gestión de centro, como GIR y SIGAD, este curso también habrá formación en ABIESWEB para la gestión de la biblioteca. Ya más pensando en la gestión de aula y la creación de contenido para la misma, este año podremos asistir a cursos o talleres prácticos de Genially, Canva, Edpuzzle, Liveworksheets, Croma y herramientas de edición de video e imagen, aplicaciones para la creación de mapas conceptuales, mapas mentales y organización de la información, y herramientas digitales para la lectoescritura. Por si todavía no has encontrado tu formación ideal, vamos con la formación STEAM, adentrándonos en el uso de impresoras 3D y STEAM en aulas multigrado.
Otra parte importante de la formación que ofrecemos este año es la relacionada con el pensamiento computacional, para ello haremos varios talleres con los robot B-Boot, MClon, Microbir, MAKEY MAKEY, dentro de un enfoque más «desenchufado» y trabajaremos también con CODE.ORG tratando de descubrir todo su potencial.
Además , seguiremos ofertando formación relacionada con las LMS, ya sea Aaeducar o Google Classroom, y el uso de las herramientas asociadas. Otras temáticas a las que daremos respuestas serán la gamificación, la realidad aumentada, flipped classroom y el uso de monitores interactivos para un mejor aprovechamiento. Como novedad, daremos una visión de la evaluación «en digital» e intentaremos facilitar el DUA a través de las TIC.
Como siempre, seguiremos siendo punto de reunión de todos los coordinadores de los centros para su formación, tratando temas como la igualdad de género, la gestión de la convivencia y la salud y el bienestar docente. También continuaremos, como todos los años, con la formación de colectivos específicos, como son las Escuelas de Adultos o las Escuela Infantiles 0-3, y la formación de Equipos Directivos de todos los niveles, de la que ya nos llevamos encargando un par de años.
No dejamos de lado la creatividad y las artes, incorporando formaciones como «Lettering», «Activando los ODS a través de la Educación Plástica», «Tecnología para la creación musical» e «Inspiración para la creación de recursos analógicos». Estos cursos se pondrán en funcionamiento muy pronto, así que atentos a nuestro boletín.
Por último, mencionar las formaciones de ABN y Matemáticas Vivas (en periodo de inscripción en DOCEO), la formación «Chat and Coffee» para practicar un poco nuestro inglés, «Ortografía Divertida» para todos aquellos que nos lo solicitasteis en el formulario que habilitamos, y, para la gestión de aulas inclusivas, la formación en Aprendizaje Cooperativo, y la continuación con la co-docencia que tan buenos resultados está dando.
Aprovechamos también para recordaros que en los boletines semanales que os llegan a través de la persona COFO, incluimos las formaciones, premios, concursos que están en periodo de inscripción, recomendaciones culturales, novedades en convocatorias, enlaces a las publicaciones en RRSS de centros de nuestro ámbito y cualquier información de nuestra parte que pueda resultar de vuestro interés. En los últimos boletines de junio y los primeros de septiembre se suele incluir un cuestionario para recoger vuestras peticiones, demandas, intereses o inquietudes en cuento a temáticas formativas, que posteriormente tenemos en cuenta para la realización del siguiente Plan de Actuación.