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DISEÑO INSTRUCCIONAL

INTRODUCCIÓN

La educación evoluciona. El alumnado evoluciona. Los métodos evolucionan. Los docentes evolucionan. Pero a pesar del paso de los años, para que la educación sea efectiva, se debe producir un aprendizaje significativo. Se deben generar estímulos en el conocimiento y en los valores.

Cuando surgen debates educativos a colación de la motivación del alumnado, con mis compañeros y compañeras docentes, mi mente se retrotrae a la maravillosa “La lengua de las Mariposas”, del desaparecido Cuerda (1999). En ella vemos que la enseñanza activa, en la que el alumnado se siente (y es) el protagonista, participando de los procesos de enseñanza-aprendizaje, revierte de manera muy positiva en su actitud e implicación. 

Ese es el camino, despertar la curiosidad, hacer crecer en el alumnado las ganas de aprender. Pero esto no surge de la nada, el trabajo en educación tiene que dar los pasos adecuados para que esto ocurra. Y más, en el momento histórico-social en el que vivimos, en el que las pantallas, la compartición de contenido, y como no, la digitalización, es la Piedra Rosetta del siglo XXI. 

La tecnología ha entrado en nuestras aulas, ofreciendo gran cantidad de ventajas, como la vivencia de experiencias educativas grupales, mayor grado de portabilidad y funcionalidad, extenso número de temáticas de trabajo, o la mejora en procesos de lectura, escritura y cálculo Zamora (2019). La educación, así como los procesos que llevan al aprendizaje mejoran cuando los docentes comparten sus experiencias y dialogan sobre los métodos de enseñanza (Guàrdia et.al., 2019).

Con todo ello, la figura del Diseñador Tecno-Pedagógico (a partir de ahora DTP) se erige en pieza clave para consolidar los procesos de enseñanza y aprendizaje. La experiencia y el uso que realiza de las herramientas y de la tecnología, al servicio de la educación, marcarán el resultado final (Richey, Fiels y Foxon, 2001).

Fuente: Fases del Diseño Tecnopedagógico (Guàrdia, 2020)

Cabe destacar que desde el Consejo Europeo se aboga por la digitalización del sistema educativo, hecho que ayuda a instaurar la figura del DPT. Se trata de los fondos Next Generation EU. Este instrumento financiero incluye, como elemento central, un Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR), aprobado en el Marco de Referencia en Competencia Digital Docente (4 de mayo de 2022, BOE) para la digitalización de la ciudadanía. 

¿Qué buscamos con este ensayo?. Vamos a realizar una búsqueda y selección de artículos en los que se muestran resultados derivados de la aplicación de los diferentes modelos instruccionales a través de estudios cuantitativos. También, que relatan la experiencia, tanto desde el punto de vista del docente, como desde la perspectiva de los receptores de ese modelo, el alumnado. 

Finalmente queremos puntualizar que los artículos seleccionados serán aquellos publicados con una antigüedad máxima de 5-6 años, marcando como año límite el 2017. El motivo, que este ensayo sirva de reflejo de la sociedad actual

ANTECEDENTES E HISTORIA DEL DISEÑO INSTRUCCIONAL Y TECNOPEDAGÓGICO

Guàrdia y Maina (2012) realizan un trabajo de documentación excelso del origen del que, hoy en día, conocemos como el modelo tecnopedagógico. En su trabajo nos sitúan en el siglo I a.c., donde Platón proponía los primeros modelos de carácter didáctico-pedagógico. Se produjo una evolución que transcurrió hasta los siglos XII y XII con los sofistas, a través de unas enseñanzas epistolares. Después en el siglo XVII con Comenius, cuyo fin era el de que el proceso educativo se desarrollara de manera autónoma. Y llegando hasta el siglo XIX y XX, con autores como Thorndike que abogó por modelos conductistas. 

Fue con la aparición de Dewey, en el año 1916, que se produjo un cambio en el paradigma educativo. Propuso una modificación de los enfoques conductistas, en los cuales la transmisión de información se producía de manera unidireccional, midiendo el comportamiento observable a través del estímulo-respuesta (Torras, 2022). Dewey sostenía que los procesos de enseñanza-aprendizaje debían llevar consigo un proceso reflexivo. Además, abogaba por un carácter adaptativo del docente (al alumnado, al contexto…), democratizando, de este modo, la educación. 

Ya en los años 60, los modelos que se ofrecían eran muy lineales, sistemáticos y prescriptivos, de manera opuesta a los que proponía Dewey. De hecho, continuaban con esa idea conductista, basándose en modelos como el propuesto por el psicólogo Burrhus Frederic Skinner (1904-1990). Sin embargo, en el año 1963, la Association for Educational Communication and Technology proponía un nuevo enfoque, en el que el diseño de la acción formativa sería la base para sistematizar el proceso de enseñanza. Y fue, en este momento, en el que Glaser (1962) ofreció un modelo en el que se profesionalizó el diseño de los recursos y estrategias de aprendizaje, por ende, que se adaptaran mejor a las necesidades de los estudiantes. Se le bautizó con el nombre de Diseño Instruccional. 

Fuente: Generaciones de los modelos de diseño instruccional hacia un modelo tecnopedagógico (Guàrdia, 2020)

No fue hasta el año 2008 cuando Coll, Mauri y Onrubia (2008) introdujeron, por primera vez, el término Diseñador Tecno-Pedagógico (DTP). Y esto se debe a que con la incorporación, cada vez más significativa, de la tecnología en la educación, ese diseño de recursos implicaba el uso obligatorio de la tecnología. Se trata de una evolución del Diseño Instruccional, para adaptarse a las nuevas necesidades que demandan los estudiantes, y por ende, la sociedad. 

La aparición del DTP supuso una revolución, y en ella, muchos han sido los diseñadores que han querido instaurar su impronta. Es evidente que cada uno tiene su método, su forma de diseñar, y a partir de ella, su propia metodología. Pero, ¿existe una que sea más efectiva que las demás?. A lo largo de los siguientes epígrafes analizaremos algunos de estos modelos de Diseño Tecno-Pedagógico a través de experiencias reales publicadas. El objetivo será el de encontrar semejanzas en el resultado, o por contra, grandes diferencias en lo que la aplicación de estos modelos arroja. 

AMPLIAR INFORMACIÓN

¿Quieres saber más? Te ofrecemos el siguiente artículo donde se realiza una revisión de casos reales, implementando diferentes modelos tecnopedagógicos:

ENSAYO

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