Una de las formaciones realizadas este curso en el CP Ángel Sanz Briz ha sido un curso de modelado cerámico.

Cuando diseñamos este curso, nos hicimos la siguiente pregunta: ¿Alguna vez hemos pensado en trabajar la arcilla con nuestros alumnos? Entonces nos dimos cuenta que la cerámica es todo un mundo por descubrir y que son muchos los beneficios que la arcilla puede aportar a nuestros alumnos, por lo que no dudamos en diseñar un curso donde los docentes del ámbito CP Ángel Sanz Briz pudieran conocer las diferentes técnicas del arte cerámico y poderlas llevar a la práctica con sus alumnos de primaria y secundaria.
Hacer cerámica no consiste únicamente en hacer un objeto y llevarlo a casa, es una actividad tanto recreativa como reflexiva que nos abre la mente y nos ayuda a liberarnos de las preocupaciones cotidianas y de la rutina de nuestros días.

También tiene beneficios físicos y mentales ya que al expresarnos manualmente liberamos todas las tensiones, expresamos nuestros sentimos y volcamos en una pieza o trabajo todo aquello que quizás desconocíamos de nosotros mismos.

Entre otros de sus importantes beneficios está el hecho de ayudarnos a reforzar nuestra confianza y autoestima. Porque poder disfrutar del proceso y ver lo que somos capaces de crear. Es una actividad súper relajante y terapéutica. Al trabajar con nuestras manos, estar en contacto con los materiales, su textura, al darle la forma nuestra mente se relaja. Mejoramos nuestra concentración y eso ayuda a liberar nuestro estrés. Aprendemos a conocernos y desconectar de los problemas y nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos.

A continuación te mostramos alguno de los beneficios de trabajar con la arcilla en las aulas:
– Mejora la concentración: la necesidad de focalizar nuestra atención en lo que estamos haciendo nos permite dejar nuestra mente en blanco y evadirnos del estrés y las preocupaciones, lo cual te ayudará también a concentrarnos mucho mejor en el trabajo.

– Propicia la relajación y reduce el estrés: en línea con lo anterior, cuando nuestra mente está centrada en una tarea concreta, envuelta por el olor y las texturas del barro, nos resultará mucho más sencillo relajarnos. De hecho, muchas personas lo utilizan como una técnica de meditación.

– Aumenta el optimismo y mejora la autoestima: el simple hecho de crear una pieza con nuestras propias manos facilita la expresión de los sentimientos, mejora la confianza y la seguridad en nosotros mismos y, por lo tanto, influye positivamente en nuestra autoestima.
– Mejora la creatividad: trabajar diferentes formas, siluetas y piezas nos ayuda a desarrollar la creatividad, una facultad clave a la hora de resolver problemas que surgen en el día a día

– Ejercita las manos: la cerámica también es un ejercicio, ya que las manos y los brazos están en movimiento constante. Cuando estamos modelando la arcilla, desarrollamos la motricidad fina, la fuerza de la mano y todos los miembros superiores

– Sostenibilidad: además de la satisfacción que reporta el hecho de fabricar nuestros propios objetos de decoración, con esta práctica estamos aportando tu granito de arena a la lucha por un mundo más sostenible.
En conclusión…
Para terminar, podríamos decir que en general trabajar con la arcilla es un beneficio inmenso que le podemos regalar a nuestro cuerpo. Como hemos el barro nos genera tranquilidad, nos libera del estrés, nos ayuda a concentrarnos, a meditar, a aumentar nuestra autoestima y, además, a evitar enfermedades reumáticas.
Varios psicólogos y terapeutas, incluyendo a Puig y Ramos, piensan que la alfarería, además de ser el nuevo mindfulness, podría convertirse en un tratamiento de wellness así como el yoga o la meditación que ayudan a la relajación y el optimismo.
Es perfecta, así que no dudes en aprovechar este recurso que nos ofrece la naturaleza y practicar con tus alumnos!!!!
